V. Algunos versos


8) ... zieh diesen Geist von seinem Urquell ab ...

DER HERR: EL SEÑOR:
Zieh diesen Geist von seinem Urquell ab,
Und führ ihn, kannst du ihn erfassen,
Auf deinem Wege mit herab,
Und steh beschämt, wenn du bekennen mußt:
Ein guter Mensch, in seinem dunklen Drange,

Ist sich des rechten Weges wohl bewußt.
  Aparta a esa alma de su fuente originaria
y, si puedes aferrarla por tu camino,
llévala abajo, junto a ti.
Pero te avergonzará reconocer
que un hombre bueno, incluso extraviado en la oscuridad,
es consciente del buen camino.
   

Para la comprensión del Fausto estos versos son centrales. Dios habla de una fuente originaria, pero no está muy claro lo que es. Si miramos el carácter ambiguo del Fausto se puede interpretar la fuente originaria de dos formas muy distintas. Se puede comprender la fuente originaria como la conciencia que jamás se dejará suprimir, lo que en el Fausto es realmente el caso. Mefistófeles logró a llevar el Fausto a un punto que este cometió un crimen, seducir a Margaretha, en plena conciencia que esto, debido a las circunstancias sociales, la echará en un abismo. Lo llevo después a la noche de Walpurgis, para adormecer su conciencia pero el efecto no era lo que él había esperado. La conciencia del Fausto no se adormece frente al crimen sino todo lo contrario, se despierta con más vigor que nunca. La otra interpretación sería de ver en la fuente originaria el deseo del Fausto de agarrar las estrellas, de abrir el horizonte utópico lo más ancho posible. Mefistófeles quiere quebrar este deseo, quiere que el Fausto se deje arrastrar a una vida insignificante, que se convierta en un hombre vaca, que se quede contento si la olla este llena. Pero esto no lo logra tampoco o sea en las dos versiones Mefistófeles ha perdido la apuesta.



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